El maná de cada día, 1.1.18

diciembre 31, 2017

Santa Virgen María, Madre de Dios

Estreno del Año Nuevo 2018: Feliz Año Nuevo a todos los seguidores del blog y en particular a las personas suscritas. El Señor siga estando grande con ustedes. Amén.

Jornada Mundial de la Paz
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La Palabra tomó de María nuestra condición humana

La Palabra tomó de María nuestra condición humana

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Antífona de entrada

¡Salve, Madre Santa!, Virgen, Madre del Rey, que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.


Oración colecta

Dios y Señor nuestro, que por la maternidad virginal de María entregaste a los hombres los bienes de la salvación, concédenos experimentar la intercesión de aquélla de quien hemos recibido a tu Hijo Jesucristo, el autor de la vida. Él, que vive y reina contigo.


PRIMERA LECTURA: Números 6, 22-27

El Señor habló a Moisés: «Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los israelitas:

«El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz.» Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.»


SALMO 66

El Señor tenga piedad y nos bendiga.

El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación.

Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra.

Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe.


SEGUNDA LECTURA: Gálatas 4, 4-7

Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.

Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones al Espíritu de su Hijo que clama: «¡Abba! (Padre).» Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.


Aclamación antes del Evangelio: Hebreos 1, 1-2

En distintas ocasiones habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.


EVANGELIO: Lucas 2, 16-21

En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño.

Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.

Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.

Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.


Antífona de comunión: Hebreos 13, 8

Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.


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AVEMARÍA COMENTADA

MARÍA dijo:

«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.»

San Beda el Venerable trata de introducirse en los sentimientos de la Virgen María, una vez dado su consentimiento al mensaje del Ángel, y los describe bellamente con estas palabras:

«El Señor -dice- me ha engrandecido con un don tan inmenso y tan inaudito, que no hay posibilidad de explicarlo con palabras, ni apenas el afecto más profundo del corazón es capaz de comprenderlo; por ello ofrezco todas las fuerzas del alma en acción de gracias, y me dedico con todo mi ser, mis sentidos y mi inteligencia a contemplar con agradecimiento la grandeza de aquel que no tiene fin, ya que mi espíritu se complace en la eterna divinidad de Jesús, mi salvador, con cuya temporal concepción ha quedado fecundada mi carne.»

MARÍA prosigue:

«Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación».

En estos días santos, nosotros con gusto aceptamos la invitación de María a proclamar las grandezas de nuestro Dios. Pues él ha estado grande con nosotros en el misterio de la Navidad, al desposarse, a través de María y en ella misma, con la humanidad entera, con la Iglesia, con cada uno de nosotros.

Por eso, con alegría alabamos a Dios saludando a María de muchas maneras, pero particularmente con el Avemaría. Con esta plegaria, que a continuación comentaré, nos unimos a todas las generaciones que proclaman dichosa y siempre bienaventurada a la Virgen María, Madre de Dios y madre nuestra.

Como se hizo con la oración del «Ángelus», hoy comentaré el «Avemaría», brevemente y en clave trinitaria.

Rosario

Dios te salve, María: Dios Padre pronuncia el nombre de María eternamente y proyecta sobre ella un maravilloso plan para dar vida a los hombres y salvarlos de todo mal. Es el mejor proyecto, juntamente y después del de Cristo, que el Padre ha podido imaginar, como Dios, desde toda la eternidad.

Llena eres de gracia: Dios Hijo le concede a María ser totalmente fiel al plan del Padre en todas las posibilidades. El Hijo, que es la respuesta perfecta al Padre, capacita a María para que corresponda plenamente al Padre: para que no defraude en nada las expectativas del Padre que quiere que todos los hombres se salven.

El Señor está contigo: Dios Espíritu Santo inunda a María de la santidad divina hasta desposarse con ella para hacer presente a Dios en el mundo en la persona del Verbo: Jesús, Dios y hombre verdadero; “Dios con nosotros”.

Así, el Padre, el Hijo y el Espíritu no pudieron hacer más con una criatura de lo que hicieron y siguen haciendo en María, con María y por María. Ella es plenamente dichosa: ”Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza”.

Bendita tú eres entre todas las mujeres: Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, hombre y mujer. Ambos reflejan la gloria de Dios de manera específica: varonil y femenina. María es la encarnación perfecta de la ternura, el amor y la belleza de Dios en la expresión femenina.

Por eso, es la gloria y el honor ante Dios de todas las mujeres, desde siempre y para siempre. Por la gracia de Dios, María es mujer única.

Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús: Toda mujer está llamada a ser madre: espiritual o materialmente. María fue tan anegada por el poder y el amor de Dios que se convirtió en su esposa; ella, con el poder de Dios, ha transmitido la vida de Dios y la vida humana a un ser único, Jesús, Dios y hombre verdadero.

María es la mujer más fecunda, plena y feliz: la madre del hombre más bello nacido de mujer, que es a la vez Hijo del Altísimo. María fue pura transparencia y gratuidad: Cuanto recibe de Dios, no lo retiene para sí, lo devuelve a Dios, y, en él, lo da a los hombres. Por eso es el orgullo de nuestra raza.


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La Palabra tomó de María nuestra condición

De las cartas de san Atanasio, obispo
Carta a Epicteto, 5-9

La Palabra tendió una mano a los hijos de Abrahán, afirma el Apóstol, y por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos y asumir un cuerpo semejante al nuestro. Por esta razón, en verdad, María está presente en este misterio, para que de ella la Palabra tome un cuerpo, y, como propio, lo ofrezca por nosotros.

La Es­critura habla del parto y afirma: Lo envolvió en pañales; se proclaman dichosos los pechos que amamantaron al Señor, y, por el nacimiento de este primogénito, fue ofrecido el sacrificio prescrito.

El ángel Gabriel había anunciado esta concepción con palabras muy precisas, cuando dijo a María no simplemente «lo que nacerá en ti» –para que no se creyese que se trataba de un cuerpo in­troducido desde el exterior–, sino de ti, para que creyé­semos que aquel que era engendrado en María procedía realmente de ella.

Las cosas sucedieron de esta forma para que la Pala­bra, tomando nuestra condición y ofreciéndola en sacrificio, la asumiese completamente, y revistiéndonos des­pués a nosotros de su condición, diese ocasión al Apóstol para afirmar lo siguiente: Esto corruptible tiene que ves­tirse de incorrupción, y esto mortal tiene que vestirse de inmortalidad.

Estas cosas no son una ficción, como algunos juzga­ron; ¡tal postura es inadmisible! Nuestro Salvador fue verdaderamente hombre, y de él ha conseguido la salvación el hombre entero. Porque de ninguna forma es ficticia nuestra salvación ni afecta sólo al cuerpo, sino que la sal­vación de todo el hombre, es decir, alma y cuerpo, se ha realizado en aquel que es la Palabra.

Por lo tanto, el cuerpo que el Señor asumió de María era un verdadero cuerpo humano, conforme lo atestiguan las Escrituras; verdadero, digo, porque fue un cuerpo igual al nuestro. Pues María es nuestra hermana, ya que todos nosotros hemos nacido de Adán.

Lo que Juan afirma: La Palabra se hizo carne, tiene la misma significación, como se puede concluir de la idén­tica forma de expresarse. En san Pablo encontramos escri­to: Cristo se hizo por nosotros un maldito. Pues al cuerpo humano, por la unión y comunión con la Palabra, se le ha concedido un inmenso beneficio: de mortal se ha hecho inmortal, de animal se ha hecho espiritual, y de terreno ha penetrado las puertas del cielo.

Por otra parte, la Trinidad, también después de la encarnación de la Palabra en María, siempre sigue siendo la Trinidad, no admitiendo ni aumentos ni disminuciones; siempre es perfecta, y en la Trinidad se reconoce una única Deidad, y así la Iglesia confiesa a un único Dios, Padre de la Palabra.

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Santa María, Madre de Dios. “Nacido de una mujer” (Ga 4, 4)

Aquella verdad dogmática que el concilio de Éfeso proclamó en el año 431 sigue hoy resonando incansable en los ecos de la liturgia. Todas las demás fiestas litúrgicas del año nacen de esta Solemnidad en la que la Iglesia celebra la maternidad divina y virginal de María.

Si algo faltaba a la omnipotencia de Dios era precisamente nacer de una mujer para hacerse carne de la carne que él mismo creó. Y si algo faltaba a aquel misterio de la mujer, que empezó a revelarse ya en la creación de Eva, era precisamente que una mujer fuera la Madre de Dios.

Naciendo de una Mujer, el Verbo traspasó de eucaristía el misterio de la feminidad. Naciendo de una Mujer, la maternidad quedó para siempre traspasada de Dios. Ecos de aquella maternidad de María hay en toda maternidad. Y mucho de femenino y de maternidad hay allí donde la gracia de Dios engendra y da a luz a Cristo.

La Iglesia contempla en María su ser y su corazón de Madre, deseosa de entregar a los hombres ese Hijo nacido de sus entrañas virginales. La Iglesia es también, como María, madre de Dios en las almas. Venera hoy a María, tu Virgen Madre, con especial cariño de hijo.

Encomiéndate a Ella, encerrando en su corazón materno todas tus fatigas, tareas y dolores. Besa con el alma esas manos de Madre que tiernamente te cuidan, quizá sin que tú lo agradezcas. Déjate enamorar por esos ojos que tanto contemplaron a Dios en la carne. Confíale tus deseos, entrégale tus ilusiones, descansa en Ella todas tus preocupaciones.

Y pídele, especialmente hoy, por Mater Dei, en el día especial de nuestra fiesta, para que Ella guarde esta obra suya en su corazón de Madre como guardó también allí las cosas de su Hijo.

¡Feliz Año 2018!

¡Feliz fiesta de la Mater Dei, de la Virgen María la Santa Madre de Dios!

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Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Paz, 1º Enero 2018

diciembre 31, 2017

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Migrantes y refugiados: Hombres y mujeres de todo el mundo que buscan la paz, o mejores condiciones de vida

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MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CELEBRACIÓN DE LA

51 JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ, 1º DE ENERO DE 2018

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Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz

  1. Un deseo de paz

Paz a todas las personas y a todas las naciones de la tierra. La paz, que los ángeles anunciaron a los pastores en la noche de Navidad[1], es una aspiración profunda de todas las personas y de todos los pueblos, especialmente de aquellos que más sufren por su ausencia, y a los que tengo presentes en mi recuerdo y en mi oración.

De entre ellos quisiera recordar a los más de 250 millones de migrantes en el mundo, de los que 22 millones y medio son refugiados. Estos últimos, como afirmó mi querido predecesor Benedicto XVI, «son hombres y mujeres, niños, jóvenes y ancianos que buscan un lugar donde vivir en paz»[2]. Para encontrarlo, muchos de ellos están dispuestos a arriesgar sus vidas a través de un viaje que, en la mayoría de los casos, es largo y peligroso; están dispuestos a soportar el cansancio y el sufrimiento, a afrontar las alambradas y los muros que se alzan para alejarlos de su destino.

Con espíritu de misericordia, abrazamos a todos los que huyen de la guerra y del hambre, o que se ven obligados a abandonar su tierra a causa de la discriminación, la persecución, la pobreza y la degradación ambiental.

Somos conscientes de que no es suficiente sentir en nuestro corazón el sufrimiento de los demás. Habrá que trabajar mucho antes de que nuestros hermanos y hermanas puedan empezar de nuevo a vivir en paz, en un hogar seguro. Acoger al otro exige un compromiso concreto, una cadena de ayuda y de generosidad, una atención vigilante y comprensiva, la gestión responsable de nuevas y complejas situaciones que, en ocasiones, se añaden a los numerosos problemas ya existentes, así como a unos recursos que siempre son limitados.

El ejercicio de la virtud de la prudencia es necesario para que los gobernantes sepan acoger, promover, proteger e integrar, estableciendo medidas prácticas que, «respetando el recto orden de los valores, ofrezcan al ciudadano la prosperidad material y al mismo tiempo los bienes del espíritu»[3]. Tienen una responsabilidad concreta con respecto a sus comunidades, a las que deben garantizar los derechos que les corresponden en justicia y un desarrollo armónico, para no ser como el constructor necio que hizo mal sus cálculos y no consiguió terminar la torre que había comenzado a construir[4].

  1. ¿Por qué hay tantos refugiados y migrantes?

Ante el Gran Jubileo por los 2000 años del anuncio de paz de los ángeles en Belén, san Juan Pablo II incluyó el número creciente de desplazados entre las consecuencias de «una interminable y horrenda serie de guerras, conflictos, genocidios, “limpiezas étnicas”»[5], que habían marcado el siglo XX. En el nuevo siglo no se ha producido aún un cambio profundo de sentido: los conflictos armados y otras formas de violencia organizada siguen provocando el desplazamiento de la población dentro y fuera de las fronteras nacionales.

Pero las personas también migran por otras razones, ante todo por «el anhelo de una vida mejor, a lo que se une en muchas ocasiones el deseo de querer dejar atrás la “desesperación” de un futuro imposible de construir»[6]. Se ponen en camino para reunirse con sus familias, para encontrar mejores oportunidades de trabajo o de educación: quien no puede disfrutar de estos derechos, no puede vivir en paz. Además, como he subrayado en la Encíclica Laudato si’, «es trágico el aumento de los migrantes huyendo de la miseria empeorada por la degradación ambiental»[7].

La mayoría emigra siguiendo un procedimiento regulado, mientras que otros se ven forzados a tomar otras vías, sobre todo a causa de la desesperación, cuando su patria no les ofrece seguridad y oportunidades, y toda vía legal parece imposible, bloqueada o demasiado lenta.

En muchos países de destino se ha difundido ampliamente una retórica que enfatiza los riesgos para la seguridad nacional o el coste de la acogida de los que llegan, despreciando así la dignidad humana que se les ha de reconocer a todos, en cuanto que son hijos e hijas de Dios. Los que fomentan el miedo hacia los migrantes, en ocasiones con fines políticos, en lugar de construir la paz siembran violencia, discriminación racial y xenofobia, que son fuente de gran preocupación para todos aquellos que se toman en serio la protección de cada ser humano[8].

Todos los datos de que dispone la comunidad internacional indican que las migraciones globales seguirán marcando nuestro futuro. Algunos las consideran una amenaza. Os invito, al contrario, a contemplarlas con una mirada llena de confianza, como una oportunidad para construir un futuro de paz (Cursiva mía).

  1. Una mirada contemplativa

La sabiduría de la fe alimenta esta mirada, capaz de reconocer que todos, «tanto emigrantes como poblaciones locales que los acogen, forman parte de una sola familia, y todos tienen el mismo derecho a gozar de los bienes de la tierra, cuya destinación es universal, como enseña la doctrina social de la Iglesia. Aquí encuentran fundamento la solidaridad y el compartir»[9]. Estas palabras nos remiten a la imagen de la nueva Jerusalén. El libro del profeta Isaías (cap. 60) y el Apocalipsis (cap. 21) la describen como una ciudad con las puertas siempre abiertas, para dejar entrar a personas de todas las naciones, que la admiran y la colman de riquezas. La paz es el gobernante que la guía y la justicia el principio que rige la convivencia entre todos dentro de ella.

Necesitamos ver también la ciudad donde vivimos con esta mirada contemplativa, «esto es, una mirada de fe que descubra al Dios que habita en sus hogares, en sus calles, en sus plazas [promoviendo] la solidaridad, la fraternidad, el deseo de bien, de verdad, de justicia»[10]; en otras palabras, realizando la promesa de la paz.

Observando a los migrantes y a los refugiados, esta mirada sabe descubrir que no llegan con las manos vacías: traen consigo la riqueza de su valentía, su capacidad, sus energías y sus aspiraciones, y por supuesto los tesoros de su propia cultura, enriqueciendo así la vida de las naciones que los acogen. Esta mirada sabe también descubrir la creatividad, la tenacidad y el espíritu de sacrificio de incontables personas, familias y comunidades que, en todos los rincones del mundo, abren sus puertas y sus corazones a los migrantes y refugiados, incluso cuando los recursos no son abundantes (Cursiva mía).

Por último, esta mirada contemplativa sabe guiar el discernimiento de los responsables del bien público, con el fin de impulsar las políticas de acogida al máximo de lo que «permita el verdadero bien de su comunidad»[11], es decir, teniendo en cuenta las exigencias de todos los miembros de la única familia humana y del bien de cada uno de ellos.

Quienes se dejan guiar por esta mirada serán capaces de reconocer los renuevos de paz que están ya brotando y de favorecer su crecimiento. Transformarán en talleres de paz nuestras ciudades, a menudo divididas y polarizadas por conflictos que están relacionados precisamente con la presencia de migrantes y refugiados (Cursiva mía).

  1. Cuatro piedras angulares para la acción

Para ofrecer a los solicitantes de asilo, a los refugiados, a los inmigrantes y a las víctimas de la trata de seres humanos una posibilidad de encontrar la paz que buscan, se requiere una estrategia que conjugue cuatro acciones: acoger, proteger, promover e integrar[12]  (Cursiva mía).

«Acoger» recuerda la exigencia de ampliar las posibilidades de entrada legal, no expulsar a los desplazados y a los inmigrantes a lugares donde les espera la persecución y la violencia, y equilibrar la preocupación por la seguridad nacional con la protección de los derechos humanos fundamentales. La Escritura nos recuerda: «No olvidéis la hospitalidad; por ella algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles»[13].

«Proteger» nos recuerda el deber de reconocer y de garantizar la dignidad inviolable de los que huyen de un peligro real en busca de asilo y seguridad, evitando su explotación. En particular, pienso en las mujeres y en los niños expuestos a situaciones de riesgo y de abusos que llegan a convertirles en esclavos. Dios no hace discriminación: «El Señor guarda a los peregrinos, sustenta al huérfano y a la viuda»[14].

«Promover» tiene que ver con apoyar el desarrollo humano integral de los migrantes y refugiados. Entre los muchos instrumentos que pueden ayudar a esta tarea, deseo subrayar la importancia que tiene el garantizar a los niños y a los jóvenes el acceso a todos los niveles de educación: de esta manera, no sólo podrán cultivar y sacar el máximo provecho de sus capacidades, sino que también estarán más preparados para salir al encuentro del otro, cultivando un espíritu de diálogo en vez de clausura y enfrentamiento. La Biblia nos enseña que Dios «ama al emigrante, dándole pan y vestido»; por eso nos exhorta: «Amaréis al emigrante, porque emigrantes fuisteis en Egipto»[15].

Por último, «integrar» significa trabajar para que los refugiados y los migrantes participen plenamente en la vida de la sociedad que les acoge, en una dinámica de enriquecimiento mutuo y de colaboración fecunda, promoviendo el desarrollo humano integral de las comunidades locales. Como escribe san Pablo: «Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios»[16].

  1. Una propuesta para dos Pactos internacionales

Deseo de todo corazón que este espíritu anime el proceso que, durante todo el año 2018, llevará a la definición y aprobación por parte de las Naciones Unidas de dos pactos mundiales: uno, para una migración segura, ordenada y regulada, y otro, sobre refugiados (Cursiva mía).

En cuanto acuerdos adoptados a nivel mundial, estos pactos constituirán un marco de referencia para desarrollar propuestas políticas y poner en práctica medidas concretas. Por esta razón, es importante que estén inspirados por la compasión, la visión de futuro y la valentía, con el fin de aprovechar cualquier ocasión que permita avanzar en la construcción de la paz: sólo así el necesario realismo de la política internacional no se verá derrotado por el cinismo y la globalización de la indiferencia.

El diálogo y la coordinación constituyen, en efecto, una necesidad y un deber específicos de la comunidad internacional. Más allá de las fronteras nacionales, es posible que países menos ricos puedan acoger a un mayor número de refugiados, o acogerlos mejor, si la cooperación internacional les garantiza la disponibilidad de los fondos necesarios.

La Sección para los Migrantes y Refugiados del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral sugiere 20 puntos de acción[17] como pistas concretas para la aplicación de estos cuatro verbos en las políticas públicas, además de la actitud y la acción de las comunidades cristianas. Estas y otras aportaciones pretenden manifestar el interés de la Iglesia católica al proceso que llevará a la adopción de los pactos mundiales de las Naciones Unidas. Este interés confirma una solicitud pastoral más general, que nace con la Iglesia y continúa hasta nuestros días a través de sus múltiples actividades.

  1. Por nuestra casa común

Las palabras de san Juan Pablo II nos alientan: «Si son muchos los que comparten el “sueño” de un mundo en paz, y si se valora la aportación de los migrantes y los refugiados, la humanidad puede transformarse cada vez más en familia de todos, y nuestra tierra verdaderamente en “casa común”»[18]. A lo largo de la historia, muchos han creído en este «sueño» y los que lo han realizado dan testimonio de que no se trata de una utopía irrealizable (Cursiva mía).

Entre ellos, hay que mencionar a santa Francisca Javier Cabrini, cuyo centenario de nacimiento para el cielo celebramos este año 2017 (Cursiva mía).

Hoy, 13 de noviembre, numerosas comunidades eclesiales celebran su memoria. Esta pequeña gran mujer, que consagró su vida al servicio de los migrantes, convirtiéndose más tarde en su patrona celeste, nos enseña cómo debemos acoger, proteger, promover e integrar a nuestros hermanos y hermanas. Que por su intercesión, el Señor nos conceda a todos experimentar que los «frutos de justicia se siembran en la paz para quienes trabajan por la paz»[19].

Vaticano, 13 de noviembre de 2017.
Memoria de Santa Francisca Javier Cabrini, Patrona de los migrantes.

Francisco

 

[1] Cf. Lc 2,14.

[2] Ángelus, 15 enero 2012.

[3] Juan XXIII, Carta. enc. Pacem in terris, 57.

[4] Cf. Lc 14,28-30.

[5] Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2000, 3.

[6] Benedicto XVI, Mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2013.

[7] Laudato si’, n. 25.

[8] Cf. Discurso a los Participantes en el Encuentro de Responsables nacionales de la pastoral de migraciones organizado por el Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), 22 septiembre 2017.

[9] Benedicto XVI, Mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2011.

[10] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 71.

[11] Juan XXIII, Carta enc. Pacem in terris, 57 [en español, n. 106].

[12] Cf. Mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2018, 15 agosto 2017.

[13] Hb 13,2.

[14] Sal 146,9.

[15] Dt 10,18-19.

[16] Ef 2,19.

[17] «20 Puntos de Acción Pastoral» y «20 Puntos de Acción para los Pactos Globales» (2017). Cf. Documento ONU A/72/528.

[18] Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2004, 6.

[19] St 3,18.

http://w2.vatican.va/content/francesco/es/messages/peace/documents/papa-francesco_20171113_messaggio-51giornatamondiale-pace2018.html


Francisco, a los teólogos: «Asuman la tarea de repensar la Iglesia para que sea conforme al Evangelio»

diciembre 30, 2017

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El Papa Francisco aboga por un trabajo teológico serio, siempre al servicio de la Iglesia para ofrecer el corazón del evangelio a las mujeres y los hombres de hoy

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Francisco, a los teólogos: «Asuman la tarea de repensar la Iglesia para que sea conforme al Evangelio»

«EL TEÓLOGO ESTUDIA, PIENSA, REFLEXIONA, PERO LO HACE DE RODILLAS», SOSTIENE

Por J. Bastante/Aica

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«Se necesita una teología que esté formada por cristianas y cristianos que no piensen sólo en hablar entre ellos mismos, sino que sepan estar al servicio de las diversas Iglesias y de la Iglesia«, señaló el Papa Francisco a los miembros de la Asociación Teológica italiana, a quienes pidió que «asuman también la tarea de repensar la Iglesia para que sea conforme al Evangelio que debe anunciar».

Durante el encuentro, celebrado en la sala Clementina, el Pontífice alentó a proponer una teología que muestre al Dios Salvífico y misericordioso. «En estos días estamos inmersos en la contemplación de nuestro Dios, que se ha implicado y comprometido con nuestra pobre humanidad hasta llegar a enviar a su Hijo y a tomar, en Él nuestra frágil carne», recalcó.

«Todo pensamiento teológico cristiano no puede no comenzar siempre e incesantemente desde aquí, en una reflexión que nunca extinguirá el manantial vivo del Amor divino, que se ha dejado tocar, mirar y saborear en la gruta de Belén», apuntó el Papa.

Francisco invitó a los teólogos italianos a perseverar «en el espíritu de servicio y de comunión indicado por el Concilio Ecuménico Vaticano II» impulsando la «fidelidad creativa» y el «hacer teología juntos», y poniéndose en guardia contra el individualismo.

El Papa Francisco hizo hincapié en la importancia de la misión de los teólogos, al afirmar que con su tarea la Iglesia pueda seguir anunciando el corazón del Evangelio a las mujeres y a los hombres de hoy, en una cultura profundamente cambiada.

«Se necesita una teología que ayude a todos los cristianos a anunciar y mostrar, sobre todo, el rostro salvífico de Dios, el Dios misericordioso, en especial ante algunos desafíos inéditos que involucran hoy a la humanidad: como el de la crisis ecológica, el desarrollo de las neurociencias o de las técnicas que pueden modificar al hombre; como el desafío de las cada vez más grandes desigualdades sociales o de las migraciones de pueblos enteros», sostuvo, y añadió: «Como el del relativismo teórico, pero también el del relativismo práctico».

El Obispo de Roma afirmó que un teólogo no debe «perder la capacidad de sorprenderse» y recordó, sobre todo, que la teología se «hace de rodillas».

«El teólogo es aquel que estudia, piensa, reflexiona, pero lo hace de rodillas. Hay que hacer teología de rodillas como los grandes Padres de la Iglesia que pensaban, oraban, adoraban y loaban a Dios. Teología es también ser teólogos en la Iglesia, esto es, en el santo pueblo de Dios que tiene, lo diré con una palabra no teológica, el olfato de la fe», profundizó.

Francisco aseguró que «es sobre todo en el deseo y la perspectiva de una Iglesia en salida misionera que el ministerio teológico resulta, en esta coyuntura histórica, particularmente importante y urgente».

«Para que la Iglesia pueda continuar haciendo oír el corazón del Evangelio a las mujeres y a los hombres de hoy, para que el Evangelio alcance de verdad a las personas en su singularidad y con el fin de que impregne a la sociedad en todas sus dimensiones», concluyó.

http://www.periodistadigital.com/religion/vaticano/2017/12/29/francisco-a-los-teologos-asuman-tambien-la-tarea-de-repensar-la-iglesia-para-que-sea-conforme-al-evangelio-religion-iglesia-vaticano.shtml


El maná de cada día, 31.12.17

diciembre 30, 2017

Domingo Octava de Navidad

La Sagrada Familia: Jesús, María y José

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Lo primero que santificó Jesús con su presencia fue un hogar

Lo primero que santificó Jesús con su presencia fue un hogar


Antífona de entrada: Lucas 2, 16

Los pastores fueron corriendo y encontraron a María y a José y al niño acostado en un pesebre.


Oración colecta

Dios, Padre nuestro, que has propuesto a la Sagrada Familia como maravilloso ejemplo a los ojos de tu pueblo, concédenos, te rogamos, que imitando sus virtudes domésticas y su unión en el amor, lleguemos a gozar de los premios eternos en el hogar del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.


PRIMERA LECTURA: Eclesiástico 3, 2-6. 12-14

Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole.

El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha.

Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas.

La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados.


SALMO 127, 1-2. 3. 4-5

Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.

Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien.

Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa.

Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida.


SEGUNDA LECTURA: Colosenses 3, 12-21

Hermanos:

Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión.

Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro.

El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.

Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.

Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.

Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente.

Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.

Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor . Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.

Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.


Aclamación antes del Evangelio

Abre, Señor, nuestro corazón para que entendamos las palabras de tu Hijo.


EVANGELIO: Lucas 2,22-40

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor. (De acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor»), y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre honrado y piadoso, que aguardaba el Consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.

Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.»

Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.

Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.»

Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.

Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.


Antífona de comunión: Baruc 3, 38

Nuestro Dios apareció en el mundo y vivió entre los hombres.
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LA FAMILIA DE NAZARET

— Jesús quiso comenzar la Redención del mundo enraizado en una familia.

— La misión de los padres. Ejemplo de María y de José.

— La Sagrada Familia, ejemplo para todas las familias.

I. Cuando cumplieron todas las cosas mandadas en la Ley del Señor regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y fortaleciéndose lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba en él1.

El Mesías quiso comenzar su tarea redentora en el seno de una familia sencilla, normal. Lo primero que santificó Jesús con su presencia fue un hogar. Nada ocurre de extraordinario en estos años de Nazaret, donde Jesús pasa la mayor parte de su vida.

José era el cabeza de familia; como padre legal, él era quien sostenía a Jesús y a María con su trabajo. Es él quien recibe el mensaje del nombre que ha de poner al Niño: Le pondrás por nombre Jesús; y los que tienen como fin la protección del Hijo: Levántate, toma al Niño y huye a Egipto. Levántate, toma al Niño y vuelve a la patria. No vayas a Belén, sino a Nazaret. De él aprendió Jesús su propio oficio, el medio de ganarse la vida. Jesús le manifestaría muchas veces su admiración y su cariño.

De María, Jesús aprendió formas de hablar, dichos populares llenos de sabiduría, que más tarde empleará en su predicación. Vio cómo Ella guardaba un poco de masa de un día para otro, para que se hiciera levadura; le echaba agua y la mezclaba con la nueva masa, dejándola fermentar bien arropada con un paño limpio.

Cuando la Madre remendaba la ropa, el Niño la observaba. Si un vestido tenía una rasgadura buscaba Ella un pedazo de paño que se acomodase al remiendo. Jesús, con la curiosidad propia de los niños, le preguntaba por qué no empleaba una tela nueva; la Virgen le explicaba que los retazos nuevos cuando se mojan tiran del paño anterior y lo rasgan; por eso había que hacer el remiendo con un paño viejo…

Los vestidos mejores, los de fiesta, solían guardarse en un arca. María ponía gran cuidado en meter también determinadas plantas olorosas para evitar que la polilla los destrozara. Años más tarde, esos sucesos aparecerán en la predicación de Jesús.

No podemos olvidar esta enseñanza fundamental para nuestra vida corriente: «la casi totalidad de los días que Nuestra Señora pasó en la tierra transcurrieron de una manera muy parecida a las jornadas de otros millones de mujeres, ocupadas en cuidar de su familia, en educar a sus hijos, en sacar adelante las tareas del hogar.

María santifica lo más menudo, lo que muchos consideran erróneamente como intrascendente y sin valor: el trabajo de cada día, los detalles de atención hacia las personas queridas, las conversaciones y las visitas con motivo de parentesco o de amistad. ¡Bendita normalidad, que puede estar llena de tanto amor a Dios!»2.

Entre José y María había cariño santo, espíritu de servicio, comprensión y deseos de hacerse la vida feliz mutuamente. Así es la familia de Jesús: sagrada, santa, ejemplar, modelo de virtudes humanas, dispuesta a cumplir con exactitud la voluntad de Dios. El hogar cristiano debe ser imitación del de Nazaret: un lugar donde quepa Dios y pueda estar en el centro del amor que todos se tienen.

¿Es así nuestro hogar? ¿Le dedicamos el tiempo y la atención que merece? ¿Es Jesús el centro? ¿Nos desvivimos por los demás? Son preguntas que pueden ser oportunas en nuestra oración de hoy, mientras contemplamos a Jesús, a María y a José en la fiesta que les dedica la Iglesia.

II. En la familia, «los padres deben ser para sus hijos los primeros educadores de la fe, mediante la Palabra y el ejemplo»3. Esto se cumplió de manera singularísima en el caso de la Sagrada Familia. Jesús aprendió de sus padres el significado de las cosas que le rodeaban.

La Sagrada Familia recitaría con devoción las oraciones tradicionales que se rezaban en todos los hogares israelitas, pero en aquella casa todo lo que se refería a Dios particularmente tenía un sentido y un contenido nuevo. ¡Con qué prontitud, fervor y recogimiento repetiría Jesús los versículos de la Sagrada Escritura que los niños hebreos tenían que aprender!4. Recitaría muchas veces estas oraciones aprendidas de labios de sus padres.

Al meditar estas escenas, los padres han de considerar con frecuencia las palabras del Papa Pablo VI recordadas por Juan Pablo II: «¿Enseñáis a vuestros niños las oraciones del cristiano? ¿Preparáis, de acuerdo con los sacerdotes, a vuestros hijos para los sacramentos de la primera edad: confesión, comunión, confirmación? ¿Los acostumbráis, si están enfermos, a pensar en Cristo que sufre? ¿A invocar la ayuda de la Virgen y de los santos? ¿Rezáis el Rosario en familia? (…)

¿Sabéis rezar con vuestros hijos, con toda la comunidad doméstica, al menos alguna vez? Vuestro ejemplo en la rectitud del pensamiento y de la acción, apoyado por alguna oración común, vale una lección de vida, vale un acto de culto de mérito singular; lleváis de este modo la paz al interior de los muros domésticos: Pax huic domui. Recordad: así edificáis la Iglesia»5.

Los hogares cristianos, si imitan el que formó la Sagrada Familia de Nazaret, serán «hogares luminosos y alegres»6, porque cada miembro de la familia se esforzará en primer lugar en su trato con el Señor, y con espíritu de sacrificio procurará una convivencia cada día más amable.

La familia es escuela de virtudes y el lugar ordinario donde hemos de encontrar a Dios. «La fe y la esperanza se han de manifestar en el sosiego con que se enfocan los problemas, pequeños o grandes, que en todos los hogares ocurren, en la ilusión con que se persevera en el cumplimiento del propio deber.

La caridad lo llenará así todo, y llevará a compartir las alegrías y los posibles sinsabores; a saber sonreír, olvidándose de las propias preocupaciones para atender a los demás; a escuchar al otro cónyuge o a los hijos, mostrándoles que de verdad se les quiere y comprende; a pasar por alto menudos roces sin importancia que el egoísmo podría convertir en montañas; a poner un gran amor en los pequeños servicios de que está compuesta la convivencia diaria.

»Santificar el hogar día a día, crear, con el cariño, un auténtico ambiente de familia: de eso se trata. Para santificar cada jornada se han de ejercitar muchas virtudes cristianas; las teologales en primer lugar y, luego, todas las otras: la prudencia, la lealtad, la sinceridad, la humildad, el trabajo, la alegría…»7.

Esta virtudes fortalecerán la unidad que la Iglesia nos enseña a pedir: Tú, que al nacer en una familia fortaleciste los vínculos familiares, haz que las familias vean crecer la unidad8.

III. Una familia unida a Cristo es un miembro de su Cuerpo místico y ha sido llamada «iglesia doméstica»9.

Esa comunidad de fe y de amor se ha de manifestar en cada circunstancia, como la Iglesia misma, como testimonio vivo de Cristo. «La familia cristiana proclama en voz muy alta tanto las presentes virtudes del reino, como la esperanza de la vida bienaventurada»10.

La fidelidad de los esposos a su vocación matrimonial les llevará incluso a pedir la vocación de sus hijos para dedicarse con abnegación al servicio del Señor.

En la Sagrada Familia cada hogar cristiano tiene su ejemplo más acabado; en ella, la familia cristiana puede descubrir lo que debe hacer y el modo de comportarse, para la santificación y la plenitud humana de cada uno de sus miembros.

«Nazaret es la escuela donde empieza a entenderse la vida de Jesús, es la escuela donde se inicia el conocimiento de su Evangelio. Aquí aprendemos a observar, a escuchar, a meditar, a penetrar en el sentido profundo y misterioso de esta sencilla, humilde y encantadora manifestación del Hijo de Dios entre los hombres. Aquí se aprende incluso quizá de una manera casi insensible, a imitar esta vida»11.

La familia es la forma básica y más sencilla de la sociedad. Es la principal «escuela de todas las virtudes sociales». Es el semillero de la vida social, pues es en la familia donde se ejercita la obediencia, la preocupación por los demás, el sentido de responsabilidad, la comprensión y ayuda, la coordinación amorosa entre las diversas maneras de ser.

Esto se realiza especialmente en las familias numerosas, siempre alabadas por la Iglesia12. De hecho, se ha comprobado que la salud de una sociedad se mide por la salud de las familias.

De aquí que los ataques directos a la familia (como es el caso de la introducción del divorcio en la legislación) sean ataques directos a la sociedad misma, cuyos resultados no se hacen esperar.

«Que la Virgen María, Madre de la Iglesia, sea también Madre de la “Iglesia doméstica”, y, gracias a su ayuda materna, cada familia cristiana pueda llegar a ser verdaderamente una pequeña Iglesia de Cristo.

Sea ella, Esclava del Señor, ejemplo de acogida humilde y generosa de la voluntad de Dios; sea ella, Madre Dolorosa a los pies de la Cruz, la que alivie los sufrimientos y enjugue las lágrimas de cuantos sufren por las dificultades de sus familias.

»Que Cristo Señor, Rey del universo, Rey de las familias, esté presente, como en Caná, en cada hogar cristiano para dar luz, alegría, serenidad y fortaleza»13.

De modo muy especial le pedimos hoy a la Sagrada Familia por cada uno de los miembros de nuestra familia, por el más necesitado.

1 Lc 2, 39-40. — 2 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 148. 3 Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 11. — 4 Cfr. Sal 55, 18; Dan 6, 11; Sal 119. — 5 Juan Pablo II, Exhort. Apost. Familiaris consortio, 60. — 6 Cfr. San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 22. — 7 Ibídem, 23. — 8 Preces. II Vísperas del día 1 de enero. — 9 Conc. Vat. II, Const.Lumen gentium, 11. — 10 Ibídem, 35. 11 Pablo VI, Aloc. Nazaret, 5-I-1964. — 12 Cfr. Conc. Vat. II, Const. Gaudium et spes, 52. 13 Juan Pablo II, Exhort. Apost. Familiaris consortio, 86.

http://www.homiletica.org


El maná de cada día, 30.12.17

diciembre 30, 2017

Sábado. Día VI dentro de la octava de Navidad

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Alégrese el cielo y goce la tierra

Hoy una gran luz ha bajado a la tierra

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Antífona de entrada: Sb 18, 14-15

Un silencio lo envolvía todo, y al mediar la noche su carrera, tu Palabra todopoderosa, Señor, vino desde el trono real de los cielos.


Oración colecta

Dios todopoderoso, por este nuevo nacimiento de tu Hijo en nuestra carne, líbranos del yugo con que nos domina la antigua servidumbre del pecado. Por nuestro Señor Jesucristo.


PRIMERA LECTURA: Juan 2, 12-17

Os escribo, hijos míos, que se os han perdonado vuestros pecados por su nombre. Os escribo, padres, que ya conocéis al que existía desde el principio. Os escribo, jóvenes, que ya habéis vencido al Maligno.

Os repito, hijos, que ya conocéis al Padre. Os repito, padres, que ya conocéis al que existía desde el principio. Os repito, jóvenes, que sois fuertes y que la palabra de Dios permanece en vosotros, y que ya habéis vencido al Maligno. No améis al mundo ni lo que hay en el mundo.

Si alguno ama al mundo, no está en él el amor del Padre. Porque lo que hay en el mundo -las pasiones de la carne, y la codicia de los ojos, y la arrogancia del dinero-, eso no procede del Padre, sino que procede del mundo.

Y el mundo pasa, con sus pasiones. Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.


SALMO 95, 7-8a.8b-9.10

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor, aclamad la gloria del nombre del Señor.

Entrad en sus atrios trayéndole ofrendas, postraos ante el Señor en el atrio sagrado, tiemble en su presencia la tierra toda.

Decid a los pueblos: «El Señor es rey, él afianzó el orbe, y no se moverá; él gobierna a los pueblos rectamente.»


Aclamación antes del Evangelio

Nos ha amanecido un día sagrado; venid, naciones, adorad al Señor, porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra.


EVANGELIO: Lucas 2, 36-40

En aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones.

Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.

Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.


Antífona de comunión: Jn 1, 16

De su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia.
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SER PEQUEÑOS PARA CRECER

El milagro de un Dios hecho niño, carne de nuestra carne, es algo que se escapa a cualquier lógica humana. Pero, ¿cuál es la lógica de Dios?

No es otra, sino la sencillez. Imaginarnos a un Dios lejano y distante, guerrero y destructivo, no tiene nada que ver con la realidad.

Si Dios se hizo hombre, y además niño, no fue fruto de un esfuerzo “titánico” para despistarnos; todo lo contrario, pertenece a lo más íntimo que hay en Él: simplicidad y sencillez.

Simplicidad, porque Dios es lo más simple que existe (no tiene limitación material alguna, ni ha sido creado por nada anterior a Él); sencillez, porque la absoluta transparencia de Dios hace que su actuar sea sin doblez ni engaño… todo es verdad en Él.

Si Dios se hace carne, sólo desde el mayor de los anonadamientos (la humildad de un Niño, absoluta fragilidad e indefensión de cara a los hombres), es posible conocer su intención y lo que significa para cada uno de nosotros.

Nos complicamos la existencia con razonamientos, problemas y dudas. Creemos que madurar es llevar una vida complicada, “llena” de responsabilidades y asuntos urgente.

Pero, una vida llevada hasta ese extremo nos hace toparnos con la frustración de que es el tiempo y las circunstancias las que nos esclavizan y nos impiden llevar a cabo lo que sí es importante: quién soy, de dónde vengo, a dónde voy.

Dios, con su Encarnación, nos enseña a relativizar aquello que condiciona nuestra libertad y nos recuerda que sólo siendo niños seremos capaces de crecer hacia el conocimiento de lo que somos (hijos de Dios), nuestro verdadero origen (el amor de Dios) y nuestro último destino (la verdadera felicidad de la que nada ni nadie podrá arrebatarnos… y para siempre).

Hacerse niño es mirar el milagro de Belén y enamorarnos de lo que allí acontece: una entrega sin condiciones para que tú y yo podamos tocar al mismo Dios.

Desde esa pequeñez es posible alcanzar la madurez de las cosas que valen la pena: generosidad de un alma que alcanza la plenitud de lo humano cuando se deja abrazar por el amor de Dios.

María, la Virgen, contempla a ese Niño y pondera en su interior la gracia de la sencillez de Dios, llenando todos sus deseos e intenciones… ninguna otra cosa acapara su corazón.

Mater Dei


Los 10 acontecimientos más importantes del año 2017

diciembre 29, 2017

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Los diez acontecimientos más importantes del año 2017 que termina

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Esto fue lo que ocurrió este año que termina

Por Salvador Aragonés

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1.- El 20 de enero de 2017, el multimillonario republicano Donald Trump, de 70 años, inició su presidencia en Estados Unidos, tras ganar las elecciones con el lema “Estados Unidos primero”, pero las acusaciones de connivencia con Rusia ensombrecen su primer año de mandato y siguen causándole dolores de cabeza. Su equipo se ha visto removido en varios de sus principales exponentes.

Trump ha emprendido la tarea de deshacer algunas reformas de su predecesor, Barack Obama, abandonando o amenazando con abandonar varios acuerdos internacionales (libre comercio, cambio climático, inmigración, salud, desnuclearización de Irán…).

A golpe de mensajes en Twitter y enfrentándose a los medios de comunicación, Trump gobierna el país más rico y poderoso del mundo.

2.- El cambio geoestratégico del Oriente Medio. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el de Siria, Bashar al Assad, han anunciado el fin de la guerra en Siria, que llevaba ya seis años, con millones de refugiados dispersos por Europa y países musulmanes.

También fue anunciado el fin del poder territorial del Estado Islámico, que mantenía el terrorismo vivo a nivel mundial, aunque sigue teniendo bolsas de poder en el mundo. Según ha informado el Kremlin, Putin aseguró ante Asad que la operación militar contra “el terrorismo” en Siria acaba y es el momento de empezar a hablar de “procesos políticos”.

Donald Trump viajó a Arabia Saudí donde estrechó más los lazos que les unen y prometió ayuda militar norteamericana. Por otro lado, Riad y sus aliados rompieron sus relaciones con Catar, acusando al país de apoyar a grupos de islamistas radicales y de estar políticamente demasiado cerca de su enemigo regional, Irán. Arabia Saudita e Irán mantienen su propio enfrentamiento en territorio del Yemen.

3.- Reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte de Estados Unidos. La noticia, anunciada el mes de diciembre, generó una ola de protestas en los países musulmanes, en la ONU, en la Unión Europea. Trump perdió varias votaciones, entre ellas la del Consejo de Seguridad de la ONU.

Tanto Europa (UE) como Rusia, China y el Vaticano, además de los países árabes, quieren que Jerusalén sea una ciudad internacional y no debe ser gobernada por ninguna de las tres religiones monoteístas (israelitas, musulmanes y cristianos).

4.- Corea del Norte.- El 3 de septiembre, Corea del Norte efectuó un nuevo ensayo nuclear, el más potente hasta la fecha. A finales de noviembre, el dirigente Kim Jong-Un declaró que su país alcanzó la meta de convertirse en una potencia nuclear tras haber probado con éxito un nuevo tipo de misil capaz de golpear en cualquier lugar de Estados Unidos.

Donald Trump amenazó con “destruir totalmente” Corea del Norte en caso de ataque. Japón se está armando ante el peligro norcoreano.

5.- Elecciones en Europa (Francia, España, Holanda y Alemania). Las elecciones en varios países europeos han alejado el fantasma del populismo de extrema derecha, por el momento, y en España el de extrema izquierda, aunque en este país se ha mantenido estable el nacionalismo en regiones periféricas, como Cataluña y País Vasco.

La sorpresa europea fue la gran victoria electoral de un recién llegado a la política en Francia, Emmanuel Macron, muy partidario de más unión y cohesión europeas. Al terminar el año Alemania todavía no había conseguido formar gobierno después de casi cuatro meses de la celebración de los comicios.

6.- Elecciones en América Latina (Chile, Venezuela, Honduras, Ecuador).- Los resultados electorales han sido dispares. En Honduras, aunque por una diferencia muy pequeña (51.000 votos), fue reelegido presidente Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional.

En Ecuador salió elegido el delfín del presidente Rafael Correa, Lenin Moreno, y en Chile ha sido elegido de nuevo Sebastián Piñera, que sucede a la socialista, Michelle Bachelet. Se observa un giro a la derecha en el cono sur, pues en Argentina y Chile gobiernan los partidos de derecha.

7.- Viaje del Papa Francisco a Myanmar, y Bangla Des. El papa Francisco ha seguido visitando países “periféricos” donde la religión cristiana es minoritaria, y donde la paz y los derechos humanos han sido o son conculcados. Al mismo tiempo que ha mantenido conversaciones con las religiones asiáticas no cristianas, como el budismo.

El viaje ha supuesto un empuje grande a las iglesias católicas de aquellos países. Este es el caso de su viaje a Birmania y Bangla Des, donde abordó las relaciones con los budistas (religión muy mayoritaria en Birmania) y la fuerte defensa de una minoría que se encuentra excluida del mundo: los rohinyas, un pueblo musulmán que carece de nacionalidad y que malvive al sur de las fronteras entre Birmania y Bangla Des.

8.- Venezuela.- La crisis política, económica y social que azota al país caribeño siguió con toda crudeza el año 2017. El presidente Nicolás Maduro convocó un referéndum para una Asamblea Constituyente con todos los poderes, pero no ha tenido el respaldo de la mayoría de las cancillerías del mundo, ni de la oposición de su país.

La lucha sin cuartel entre gobierno y oposición democrática siguen sin que los esfuerzos, tanto de los otros países americanos y del mismo papa Francisco, tuvieran resultado. Las espadas siguen en alto. Varias agencias de calificación han declarado la quiebra parcial de Venezuela.

9.- Terrorismo.- Durante el año 2017 tuvieron lugar centenares de atentados terroristas básicamente en las zonas árabes del Oriente Medio, pero también afectaron a Estados Unidos, España, Gran Bretaña, Francia, en África Central y en Australia.

El número de muertos aproximado es de 7.169. El atentado más mortífero fue en Somalia (África Oriental) con 512 muertos. Los autores de tantos atentados son en su gran mayoría organizaciones armadas islamistas muy radicalizadas.

10.- El acoso sexual. La condena al acoso sexual, muy fuerte en Estados Unidos, es social, no tanto judicial. Ha afectado como acosadores a actores, directores y productores de cine y de espectáculos, cocineros, periodistas de televisión, senadores, políticos y ejecutivos de empresas

“Solo el sí, quiere decir sí”, dijo el primer ministro de Suecia. Incluso hay ex presidentes de los Estados Unidos implicados: Bill Clinton, George W. Bush y el actual Donald Trump. En el ámbito judicial también han sido notables los juicios por acoso. Ha sido la portada del semanario Time como noticia del año.

Los 10 acontecimientos más importantes del año 2017


Reiki, satanismo, rituales masónicos, Islam y la emoción del chef Pepe Rodríguez: el Top Ten de ReL

diciembre 29, 2017

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Temas preferidos por los internautas lectores; artículos más visitados, según ReL

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Reiki, satanismo, rituales masónicos, Islam y la emoción del chef Pepe Rodríguez: el Top Ten de ReL

Las diez historias más leídas de 2017 en ReL son, sobre todo, testimonios apasionantes

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Al acabar el año, repasamos cuáles han sido los 10 artículos más leídos de ReL de entre los publicados en 2017. Como de costumbre, los publicados en enero tienen cierta ventaja sobre los publicados en diciembre, ya que tienen más tiempo para sumar visitas.

A los lectores les siguen interesando los testimonios de conversión, todo lo ligado a la masonería, la new age y los exorcismos, y las historias edificantes de superación.

Destaca, por contraste, la historia de un sacerdote que estaba cansado en un día muy ajetreado pero se dejó mover por Dios a un servicio más. Aunque las grandes polémicas sobre ideología de género o laicismo, los avisos sobre los abusos de las pantallas o las historias de evangelización también logran muchas visitas, ninguno de estos temas consigue colocarse entre los 10 más leídos. Las ponemos en lista, de más, a menos leídas,

1. Del satanismo, lesbianismo y adicción a las agujas, Angélica pasó a consagrarse a la Virgen María

La historia de la joven colombiana Angélica María Páez Gómez, que se publicó originariamente en Portaluz, fue la más leída de todas las publicadas en ReL en 2017. El mismo título lo indica: había muchos elementos duros, que contrastaban con la acción de Dios y la Virgen. Depresiones, drogas, una sexualidad desordenada que le llevó al lesbianismo, decenas de piercings e incluso la influencia demoníaca.

Buena parte de ese mal venía de su propia madre, que practicaba el ocultismo acudiendo a brujos y echando las cartas. Pero cuando la madre cambió, hizo de puente para la sanación de la hija. “Ella empezó a ir a misa, rezar el Rosario, oraba y asistía a los congresos de Teleamiga y casa Belén».

Léalo aquí.

2. «Europa es estúpida si no ve que el Islam utiliza su tolerancia para islamizar», avisa Samir Khalil

En agosto, tras los atentados por atropello que efectuaron jóvenes yihadistas en Cataluña, jóvenes que se habían educado ya en escuelas catalanas y que parecían integrados en la sociedad, muchos se preguntaron qué más podía pasar. ReL recuperó una entrevista-análisis de 2015 del jesuita egipcio e islamólogo Samir Khalil. 

Khalil avisó: «Cuando de una minoría de un cinco o diez por ciento los musulmanes llegan a tener ya la presencia de un treinta por ciento, como el caso de Malasia o de Mindanao en Filipinas, exigen la islamización de la sociedad. Y cuando el islam ha ido adquiriendo zonas de poder e influencia, nunca retrocede».

El jesuita egipcio hacía dos propuestas: evitar la autodestrucción y el auto-odio que practican muchos occidentales y dejar claro a los inmigrantes musulmanes que «han de aceptar vivir en una Europa con las condiciones de Europa, no viniendo a promover en Europa un proyecto musulmán utilizando el esquema tolerante europeo, que está muy extendido entre los musulmanes. Europa es estúpida si no ve eso, si no se da cuenta de que pueden usar la tolerancia para islamizar Europa».

Léalo aquí.

3. Varias misas, tres horas de confesión, un funeral… el cura estaba harto y Dios le hizo un regalazo

El portal Aleteia recogió este testimonio del sacerdote mexicano Sergio Argüello,  un religioso paulino que hace apostolado como «youtuber» a través de internet (aquí su canal).

Argüello explica cómo cierto día, estando especialmente atareado y cansado, Dios le impulsó a hacer aún algo más. Él no tenía ninguna gana, pero se dejó mover. Más adelante supo por qué: vale la pena escuchar a Dios.

Léalo aquí. 

4. Los adventistas le enseñaron a odiar a la Iglesia pero ella se enamoró del Santísimo y hoy es monja

En febrero publicamos este testimonio que nos hizo llegar la puertorriqueña Mireily Rodríguez Vargas. Creció en una familia católica poco religiosa. Cuando tenía 16 años, conoció a los Adventistas del Séptimo Día, una rama protestante más bien puritana, que no cree en el infierno y no celebra el domingo, sino el sábado. Eran especialmente anti-católicos, muy insistentes.

Mireily pasó a ser Sor María Faustina, y cuenta su historia. Mireily cuenta cómo la presencia de Dios en el Santísimo fue lo que cambió su vida y la llevó a hacerse monja pese a toda la propaganda adventista.

Léalo aquí.

5. Juan era maestro de reiki, vivió una terrible experiencia y hoy alerta del gran peligro que conlleva

En marzo Juan Sánchez acudió a contar su testimonio con el reiki y la New Age en la Vigilia de Asalto al Cielo, que organiza el padre Álvaro Cárdenas en la parroquia de Colmenar de Arroyo (Madrid). Explicó cómo, por motivos de salud, se adentró primero en las terapias «naturales» y luego en el mundo de la Nueva Era y, sobre todo, el reiki, que fue lo que más le dañó.

Es importante señalar que durante un tiempo pensaba que podía hacer compatibles estas prácticas con su vida como católico y catequista. Llegó el momento en que entendió que era imposible.  Juan Sánchez hoy mantiene un blog con noticias sobre la Nueva Era y sus daños y peligros.

Lea aquí el testimonio de Juan (con vídeo)

6.  A los masones de grado 29 se les obliga a pisar un crucifijo con los pies y consagrarse al demonio

En enero, el abogado e historiador Alberto Bárcena explicó a ReL las revelaciones sobre los rituales masónicos de su interesante libro «Iglesia y masonería«.

En concreto, el ritual de iniciación en el grado 29 según el Rito Antiguo y Aceptado, uno de los más mayoritarios dentro de las logias masónicas, lo explica así: «El Baphomet, dios andrógino, penetra en el templo (de la logia) llevado por el Vigilante Primero y por el Segundo, o sea, por las dos máximas autoridades después del Venerable Maestro. Es paseado en forma circular por la logia siguiendo las agujas del reloj. A su paso se rinde veneración (genuflexión de la pierna izquierda)».

«Baphomet queda situado en el centro de la logia mirando hacia Oriente y hasta allí es conducido el candidato con los ojos vendados. Cuando está frente a él, se le quita la venda. De modo que en este momento de su recorrido iniciático el masón se encuentra cara a cara con esta representación del `Portador de la Luz´».

El masón iniciado en el rito 29 debe «ahora escoger entre la cruz cristiana, `símbolo de muerte y destrucción´ y la de ´la Luz y la Vida´, en forma de X, asociada a Baphomet, dios de la Luz». «La elección se manifiesta `pisando la cruz (cristiana) con el pie izquierdo y con el derecho en este orden´. (…)

A continuación, el candidato recita la fórmula del juramento ´con los brazos en forma de X sobre el pecho, el derecho sobre el izquierdo´».

Lea más sobre estos rituales masónicos aquí.

Consiga el libro «Iglesia y Masonería»:
www.ociohispano.es/libro/iglesia-y-masoneria/

7. «En los exorcismos el diablo mismo me dice que entra en las personas a través de la televisión»

Fiorenzo Castorri es el exorcista de Sarsina, en el centro de Italia, y recibe a unas 200 personas cada año con consultas ligadas a lo demoníaco. Es el guardián de un objeto especial, la cadena de San Vicinio, con la que bendice a miles de peregrinos, un gesto de humildad, penitencia y purificación para quien lo solicita.

Lo específico de esta historia que cuenta a la prensa local italiana es que Castorri apunta a una forma de infestación demoníaca peculiar: a través de la televisión. Lo publicamos en enero y se convirtió en una de las historias más leídas del año.

Fiorenzo Castorri, exorcista de la basílica de San Vicinio, con el collar o cadena del santo

Léala aquí

8. «Vergüenza»: la oración de desagravio que rezó el Papa tras el Via Crucis empieza a hacerse viral

Otros años fue más breve, pero en el Viernes Santo de 2017, en abril, el Papa Francisco, centró sus palabras al finalizar el Via Crucis del Coliseo en una intensa oración en torno a la palabra «Vergüenza»: compunción y arrepentimiento de nuestros pecados ante la Cruz que los redime.

La oración de desagravio del Papa empezó a viralizarse en las redes sociales. Sin duda, muchos la usaron como oración penitencial y de arrepentimiento, en casa o en la parroquia. No es común que una oración entre en la lista de las 10 historias más leídas del año.

Puede rezar esa oración que publicamos aquí.

9. Pepe Rodríguez, jurado de Masterchef: «Nunca me he emocionado al comer; al comulgar, sí»

Pepe Rodríguez, considerado uno de los mejores cocineros de España, popular por el programa de Televisión Española, ‘Masterchef’, en el que actúa de jurado, habló de su fe cristiana en una entrevista que fue portada en la revista «Misión».

Explica cómo va a misa cada domingo, cómo intenta vivir la fe de forma coherente y cómo los Cursillos de Cristiandad cambiaron su vida enganchándola a Cristo. Su testimonio se leyó en ReL más de 117.000 veces.

Léalo aquí.

10. Pablo Ráez, el joven icono de lucha contra la leucemia que recibió juntos el Bautismo y la Comunión

A finales de febrero fue enterrado en Marbella Pablo Ráez, un joven malagueño que se convirtió en un fenómeno mediático por su lucha contra la leucemia y a favor de los transplantes. Con 300.000 seguidores en Facebook, muchos lo recordarán por su frase más conocida “Mucha fuerza”, con la que se animaba él mismo pero con la que sobre todo él exhortaba a personas enfermas como él.

Deportista animoso, contaba su enfermedad día a día, siempre con un enfoque positivo. Logró lo que no consiguen los Estados ni las políticas: multiplicar de manera espectacular la cifra de donantes de médula. Su historia se convirtió en algo propio para cientos de miles de personas que seguían su día a día. Pero fue sobre todo un ejemplo de cómo afrontar la enfermedad. Casi 110.000 personas lo leyeron en ReL.

Pablo y el sacerdote don Pepe tenían una relación muy especial; el cura fue una gran ayuda para el joven durante la enfermedad

Lea aquí su testimonio.   

https://www.religionenlibertad.com/reiki-satanismo-rituales-masonicos-islam-emocion-del-chef-pepe-61434.htm


El maná de cada día, 29.12.17

diciembre 29, 2017

Viernes. Día 5º dentro de la octava de la Natividad del Señor


01

Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz



Antífona de entrada: Jn 3, 16

 

Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.


Oración colecta

Dios invisible y todopoderoso, que has disipado las tinieblas del mundo con la llegada de tu luz, míranos complacido, para que podamos cantar dignamente la gloria del nacimiento de tu Unigénito. Él, que vive y reina contigo.


PRIMERA LECTURA: 1 Jn 2, 3-11

Queridos hermanos:

En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: «Yo lo conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud.

En esto conocemos que estamos en él. Quien dice que permanece en él debe caminar como él caminó.

Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis escuchado.

Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo —y esto es verdadero en él y en vosotros—, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla ya.

Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.


SALMO 95,1-2a. 2b-3. 5b-6

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre.

Proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones.

El Señor ha hecho el cielo; honor y majestad lo preceden, fuerza y esplendor están en su templo.


ALELUYA: Lc 2, 32

Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.


EVANGELIO: Lc 2, 22-35

Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».

Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.

Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos “han visto a tu Salvador”, a quien has presentado ante todos los pueblos: “luz para alumbrar a las naciones” y gloria de tu pueblo Israel».

Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».


Antífona de comunión: Lc 1, 78

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos ha visitado el Sol que nace de lo alto.


Estos son los personajes católicos que marcaron el 2017

diciembre 28, 2017

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Estos son los personajes católicos que marcaron el 2017 (ACI Prensa).

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Estos son los personajes católicos que marcaron el 2017

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REDACCIÓN CENTRAL, 28 Dic. 17 / 01:10 pm (ACI).- El año 2017 llega a su fin y por tal motivo ACI Prensa ha preparado un especial con los personajes católicos que marcaron el año gracias a su importante testimonio de vida cristiana.

1. P. Tom Uzhunnalil

El 12 de septiembre fue liberado el sacerdote salesiano P. Tom Uzhunnalil, secuestrado el 4 de marzo de 2016 por terroristas de Estado Islámico en Yemen.

A los pocos días fue recibido por el Papa Francisco en el Vaticano, quien le dijo: “He rezado todos los días por usted, ofreciendo los sufrimientos por su misión y por el bien de la Iglesia”.

2. P. Jürgen Daum

Este año falleció a los 57 años el P. Jürgen Daum Vetter, sacerdote fundador de “La Opción V”, un reconocido proyecto con el que se dedicó a promover la castidad entre los jóvenes.

Murió el 17 de mayo tras una dura lucha contra el cáncer. En su agonía, el P. Jürgen escribió unas sencillas palabras en la pizarra que usaba para comunicarse: “Perdónense. Ámense. Gracias por todo. Dios sea bendito”. Sus amigos y hermanos de comunidad ahora las atesoran como el último mensaje que quiso dejar.

3. Agustín Laje

El politólogo argentino Agustín Laje es el coautor del bestseller de Amazon “El Libro Negro de la Nueva Izquierda”, que desmiente los principales postulados de la ideología de género, como que la identidad sexual de la persona es una construcción social y que, por ejemplo, un hombre que se cree mujer debe ser considerado como tal por el resto de la sociedad.

En el mes de diciembre, en Panamá, cerró su intensa gira 2017 que constó de aproximadamente 150 charlas en más de 10 países con un aproximado de 100 mil espectadores.

4. Dr. John Bruchalski

Este médico estadounidense recibió el 27 de mayo el máximo galardón en defensa de la vida de la Federación One of Us en una ceremonia realizada en Budapest (Hungría).

John Bruchalski es un ex abortista converso al catolicismo que dirige actualmente uno de los centros médicos provida más importantes de Estados Unidos.

5. Eduardo Verástegui

Este año el nombre de Eduardo Verástegui estuvo en boca de todos luego de que medios de comunicación mexicanos anunciaran en noviembre que el actor y productor católico podría ser un candidato de peso en las elecciones presidenciales del 2018.

La especulación nació de las declaraciones del presidente del Partido Encuentro Social (PES), Hugo Eric Flores, quien dijo que se encuentra en “conversaciones” con Verástegui para un puesto “importante” en su lista de candidatos.

6. Hna. María Guadalupe Rodrigo

En un conmovedor video la hermana María Guadalupe Rodrigo se despidió, con lágrimas en los ojos, de la ciudad de Alepo (Siria), luego de permanecer seis años acompañando la tarea pastoral encomendada a sacerdotes y religiosas del Instituto del Verbo Encarnado (IVE).

La religiosa argentina estuvo 18 años en Medio Oriente. Primero en Tierra Santa, luego en Egipto y desde enero de 2011 en Siria, donde le dieron la posibilidad de irse cuando estalló la guerra, pero que rechazó para quedarse con las víctimas.

7. Joaquín Navarro-Valls

El miércoles 5 de julio falleció a los 80 años el español Joaquín Navarro-Valls, quien fuera durante más de 20 años Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede.

Navarro-Valls sirvió en este cargo entre 1984 y 2006. En total, trabajó 22 años durante el Pontificado de San Juan Pablo II y 15 meses en el de Benedicto XVI. Lo sucedió el sacerdote jesuita P. Federico Lombardi.

8. Obianuju Ekeocha

El trabajo de la fundadora y presidenta de Culture of Life Africa se popularizó en varios países luego de que se viralizara un video en el que con valentía denunció la colonización ideológica pro aborto en África.

El video fue grabado originalmente durante la conferencia «Mejores prácticas para el cuidado de la salud materna», organizada el 17 de marzo de 2016 por la Misión de la Santa Sede ante las Naciones Unidas.

9. Ignacio Echevarría

Ignacio Echeverría es el abogado católico español de 39 años que murió acuchillado por terroristas musulmanes el sábado 3 de junio, al intentar proteger a una joven durante el ataque perpetrado en Londres y que dejó siete personas muertas.

Ignacio iba en bicicleta por el Puente de Londres, tras patinar en el Borough Market con unos amigos y, alrededor de las 10:00 p.m. se enfrentó con tres atacantes golpeándolos con su patineta para defender a la mujer que hirieron los terroristas. En el enfrentamiento los atacantes lo acuchillaron, causándole la muerte.

10. Jim Caviezel

Jim Caviezel, el actor que interpretó a Jesús en “La Pasión de Cristo”, el famoso filme producido y dirigido por Mel Gibson, habló de la posibilidad de volver a encarnar al Hijo de Dios en la anunciada secuela que girará sobre la resurrección.

“Quiero trabajar con Gibson de nuevo. Esta vez será una película sobre la resurrección. Si ‘La Pasión de Cristo’ inspiró a tanta gente a hacer el bien, ¿por qué no lo intentamos de nuevo? Siento que hay un propósito en mi vida otra vez”, dijo el actor en una entrevista realizada en Polonia por el periodista y crítico de cine Lukasz Adamski.

 


El maná de cada día, 28.12.17

diciembre 28, 2017

Los Santos Inocentes

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santos inocentes 1

Quienes ofrecen su dolor son corredentores con Cristo



Antífona de entrada

Los niños inocentes murieron por Cristo, son el cortejo del Cordero sin mancha, a quien alaban diciendo: Gloria a ti, Señor.


Oración colecta

Los mártires Inocentes proclaman tu gloria en este día, Señor, no de palabra, sino con su muerte; concédenos, por su intercesión, testimoniar con nuestra vida la fe que confesamos de palabra. Por nuestro Señor Jesucristo.


PRIMERA LECTURA: 1 Juan 1, 5–2,2

Os anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es luz sin tiniebla alguna. Si decimos que estamos unidos a él, mientras vivimos en las tinieblas, mentimos con palabras y obras.

Pero, si vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no somos sinceros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra.

Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.


SALMO 123, 2-3.4-5.7b-8

Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos: tanto ardía su ira contra nosotros.

Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello; nos habrían llegado hasta el cuello las aguas espumantes.

La trampa se rompió, y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

ALELUYA

A ti, oh Dios te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos. A ti te ensalza el blanco ejército de los mártires.


EVANGELIO: Mateo 2, 13-18

Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»

José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos.

Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven.»


Antífona de comunión: Apocalipsis 14, 4

Ellos son los rescatados como primicias de la humanidad para Dios y el Cordero; ellos son el cortejo del Cordero adondequiera que vaya.

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EL MARTIRIO NECESARIO DE LOS SANTOS INOCENTES

Herodes rechazó la visita de Dios

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Vino a los suyos, a su propia casa

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La Navidad junto con la Pascua constituye el centro de nuestra fe. La Navidad, el comienzo; y la Pascua, la culminación.

En la Navidad, la Iglesia rebosa de gozo y admiración ante la manifestación plena de los designios divinos, guardados en la intimidad de la familia divina durante toda la eternidad. Es un acontecimiento que sobrecoge totalmente a la criatura, al sentirse y verse anegada por el Amor de Dios.

El Creador se desposa con la criatura. Dios se hace hombre para que éste llegue a ser Dios. Se trata de un “admirable intercambio”, algo totalmente impensable para la mente del hombre.

Por eso la Iglesia exulta de gozo, canta y danza para su Señor: como una novia se viste de fiesta y se adorna con sus joyas. Y celebra este desposorio en “el día que hizo el Señor”, prolongado por el espacio de una octava. ¡Qué menos! También la Pascua tiene su octava.

La Navidad permite al creyente renovar su amor al Señor desde lo más profundo de su ser. La contemplación de la pequeñez del Niño de Belén y la ternura de María y de José no pueden menos de avivar las ascuas del primer amor en cada creyente. Dios mismo por su Palabra invita a la Iglesia entera a despojarse del velo de tristeza y a vestirse de fiesta.

Todos los hombres y la creación entera deben saltar de júbilo y felicidad ante la maravillosa aparición del amor de Dios: algo que ni ojo vio, ni oído escuchó ni pudo imaginar jamás mente humana. Por si hacía falta, el Padre Dios acredita a su Hijo de manera inapelable: Y se oye la voz del Padre que grita: “Tratadlo bien; escuchadle, es el Maestro, mi hijo querido es”.

Adviento, desear a Dios

Muchos lo recibieron con alegría: Comenzando por su madre la Virgen María, y san José; y siguiendo por Isabel, los ángeles, los pastores, los sabios de Oriente, el anciano Simeón y la profetisa Ana en el templo.

Y una multitud de creyentes de todos los tiempos hasta nuestros días. Algunos dando la vida por él, como los Niños Inocentes, o como testigos suyos hasta derramar su sangre como san Esteban protomártir, y tantos y tantos, hasta hoy.

Pero otros, tristemente, rechazaron la visita de Dios y su amistad, comenzando por Herodes y siguiendo por otros contemporáneos suyos hasta llegar a nuestros días. Según el evangelio de Juan, La Palabra de Dios, que era la Vida de los hombres, vino a su propia casa, pues todo fue pensado en ella y por ella realizado.

El Creador visitó a su criatura, pero ésta “no lo reconoció” como su Hacedor. Incomprensiblemente el hombre no se dejó seducir por la ternura y la debilidad de Dios, no se admiró de su humildad, se resistió, y, finalmente no adoró a su Señor. Hasta intentó matarlo. Y al no alcanzarlo, se ensañó con sus testigos. He ahí la cara trágica de la Navidad, que también se prolonga hasta nuestros días.

Dios en la persona del Verbo vino a los suyos y los suyos no lo recibieron. ¿Por qué?

Por las sinrazones del libre albedrío del hombre: porque rehuyeron que sus vidas fueran iluminadas por La Luz; porque temían que sus obras malas fueran reprobadas, al igual que sus mentiras y desnudez; porque estaban ocupados en sus cosas; porque no querían cambiar y menos perder su poder y sus placeres; porque les dominó la pereza, la cobardía y se hicieron los desentendidos; porque tenían sus riquezas y creían no necesitar de Dios.

En fin, porque pensaron que Dios era su enemigo y temieron perder lo que tenían.

Cuando Herodes escuchó de los sabios de Oriente que había nacido “el rey de los judíos”, se sobresaltó, y toda Jerusalén con él. Tanto le perturbó la noticia que decidió matar al niño anunciado como rey. Pero al sentirse burlado por los sabios, se enfureció mucho y mandó matar a todos los niños de Belén y alrededores que tuvieran menos de dos años.

He aquí cómo la Navidad, la noticia gozosa de la llegada de aquel que trae la Vida al mundo, se convierte en terrible noticia y trágica realidad cuando algunos hombres prefieren seguir en las tinieblas y se niegan a venir a la Luz. Los que no reconocen a su Señor prefieren vivir al margen de Dios menospreciando su invitación y entonces, no sólo se lastiman a sí mismos, sino que necesariamente dañarán también a los demás, aunque sólo en el cuerpo, por más que los masacren.

De esta manera, el Niño de Belén provoca contradictorias reacciones y actitudes entre los hombres. El anciano Simeón tomando al Niño en sus brazos dijo a María, su madre: “Mira, este niño va a ser motivo de que muchos caigan o se levanten en Israel. Será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón: así quedarán al descubierto las intenciones de todos” (Lc 2, 34-35).

Con esta actitud de rechazo el hombre se autocondena a vivir radicalmente desequilibrado, se daña a sí mismo en el núcleo de su ser: que es su condición de “religado” con Dios su Creador, condición “religiosa”. Consiguientemente, todo queda desordenado y violentado.

La increencia y el laicismo constituyen, objetivamente considerados, la mayor desgracia del hombre y su mayor empobrecimiento en el orden del ser: que se proyectará de manera negativa en el orden moral y en el orden afectivo y trascendental. Por el contrario, la mayor riqueza del hombre será conocer y adorar a Dios entrando en una relación gozosa con él, comenzada en el tiempo y prolongada en la eternidad.

Dios ha hecho al hombre a su imagen y semejanza, y su mayor dignidad y valía radican en la capacidad de relacionarse con Dios entrando a su misma familia. El hombre está llamado a ser hijo del Padre Dios, hermano de Cristo y templo del Espíritu Santo. No será más, pero tampoco menos que eso. Así lo determinó Dios porque sí, porque le pareció bien. No nos consultó. No obró buscando de manera egoísta su provecho. Él es amor. Decirle a Dios que se ha equivocado amándonos demasiado constituye nuestra mayor equivocación.

Por el contrario, agradecer ese designio santo es entrar en la vida para siempre. San Agustín lo reconoció agradecido: “Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón estará inquieto hasta descansar en ti”. Lo confesó con humildad y alabó a Dios diciendo “tarde te amé, hermosura, tan antigua y tan nueva, tarde te amé”.

Si no os hacéis como niños…

La liturgia de la Madre Iglesia nos enseña que para llegar a la Navidad hay que pasar por el Adviento. Es decir, por un ejercicio del deseo de Dios. Toda persona en el fondo aspira a Dios y busca a Dios siempre, aunque a tientas.

Ante la increencia, nosotros deberíamos especializarnos en el arte del deseo, primero en nuestra propia casa y después ofreciendo nuestra experiencia al entorno laicista y ateo que nos envuelve.

Podríamos preguntarnos: ¿Qué buscan nuestros coetáneos cuando hacen turismo y viajan a veces de manera compulsiva, cuando juegan la lotería, luchan por el poder, vibran con el deporte y recurren con avidez a todo género de experiencias placenteras y gratificantes? Quizás han elegido mal el objeto de su satisfacción, buscando la felicidad allá donde no está.

Cuando uno observa cómo muchos hombres de nuestro tiempo, aparentemente al menos, se alejan de Dios y no les interesa conocerlo y menos adorarlo, no puede quedar indiferente.

¿Quedará Dios indiferente ante este fenómeno del ateísmo y del laicismo? ¿Cómo verá Dios nuestro mundo, qué sentirá?

Quizás decepción infinita… pero a la vez compasión infinita, porque, de hecho, cada año, cada Navidad, vuelve a repetir su apuesta por el hombre, y sigue viniendo en debilidad e indefensión. Pongo ante ti, la vida y la muerte, elige la vida y vivirás. ¿Cuál es tu respuesta, cuál está siendo? “Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti”, recuerda san Agustín.

Es tu oportunidad. Aprovéchala y compra tu felicidad de una vez por todas. ¡Sería tu mejor Navidad, la que no pasa!

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