La oración de intercesión

octubre 30, 2009

 

Viernes de la I Semana del T. O.

Se supo que Jesús estaba en casa. «Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta… Llegaron cuatro llevando a un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquetey descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, dijo al paralítico: ‘Hijo, tus pecados quedan perdonados'» (Mc 2, 1-5).

Este pasaje evangélico nos ayuda a comprender el papel intercesor de las madres que oran por sus esposos, y especialmente por sus hijos, para que se mantengan firmes en la fe recibida. Las cuatro personas que llevan al paralítico no dicen nada, pero actúan de una manera decidida y comprometida. No hablan a Jesús ni le presentan al paralítico, pero los hechos hablan por sí solos. Sencillamente dejan al enfermo ante Jesús. Con eso creen haber hecho todo de su parte. Jesús sabrá lo que tiene que hacer con el enfermo, mejor que ellos.

Jesús descubre y aprecia la fe de estos intercesores. Tanto que la considera como generadora del milagro: «Viendo Jesús la fe que tenían». En otros milagros, Jesús pide la fe del beneficiario o la reconoce como algo muy valioso y hasta decisivo: ¿Qué quieres que haga por ti?; tu fe te ha salvado, vete en paz. Aquí no se dice nada de la fe del paralítico y por el contrario se destaca la fe de los que lo llevan.

Si estos amigos del paralítico pudieron arrancar a Jesús el milagro, ¿no serán superados por la fe de las madres cuando suplican por sus hijos? ¿Quién mejor que la madre puede rezar por el hijo? ¿Quién puede conocer mejor que ella sus necesidades, también las relacionadas con Dios? ¿Quién mejor que ella puede sentir en carne propia lo que el hijo padece y sufre? ¿Quién mejor que la madre puede considerar el bien de su hijo como algo propio? Finalmente, ¿quién la puede superar en el amor, sacrifico y fidelidad a su hijo? ¿Quién ha hecho más por el hijo que la madre?

Si Jesús tomó en cuenta la fe de los amigos del paralítico, ¿podrá desentenderse de la fe de las madres cuando rezan por los hijos? Más pronto que tarde, como la madre viuda del evangelio y como santa Mónica, podrán escuchar de labios de Jesús: «No llores», pues tu hijo no está muerto. Vivirá.


Asociación Madres Cristianas Santa Mónica

octubre 28, 2009

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ASOCIACIÓN

MADRES CRISTIANAS SANTA MÓNICA

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1.- ¿QUÉ ES?

Se trata de una Asociación Católica, es decir, una organización de madres cristianas reconocida por la autoridad eclesiástica. Su fundador el P. Lorenzo Infante O.A.R. autorizado por el P. Provincial, solicitó al arzobispo de Madrid, Cardenal Ángel Suquía, la aprobación de los estatutos de la Comunidad, así mismo solicitó que la erigiese canónicamente como Asociación Pública de Fieles. Su finalidad es netamente religiosa, las madres asociadas oran para mantener viva la fe de los hijos propios y ajenos. Fijar, consolidar, perfeccionar y completar la de quienes la tienen. Reconquistar para esa fe a quienes tuvieron la desgracia de perderla, y lograr que los hijos, firmes en la fe, sepan trasmitirla a todos los ambientes sobre los que puedan influir.

2. ¿CÓMO NACE, DÓNDE?

Nace en Madrid en la Parroquia Santa Rita, por la inquietud de un grupo de madres, que le preguntan al P. Lorenzo Infante, OAR, ¿qué tendrían que hacer las madres para fijar la fe en sus hijos?… Es reconocida en el año 1987 y de allí se extiende por Europa y parte de la América.

3.- ¿POR QUÉ SANTA MÓNICA?

Se propone a Santa Mónica, como decíamos al empezar, porque es modelo de esposa y madre cristiana, que con su paciencia sin límites, y su oración constante, desde la firmeza de su fe; consiguió convertir a su esposo y llevar a su hijo San Agustín, a conocer a Cristo y a vivir el evangelio.

4.- ¿QUIÉNES PUEDEN SER MADRES MÓNICAS?

Nuestros Estatutos dicen al respecto: “Puede ser asociada toda mujer con FE. En especial, toda madre con FE. También si es soltera, si acepta los tres compromisos que la Comunidad impone a quienes ingresan en ella. No podrá ser asociada la que se en-cuentre en una de las situaciones determinadas en el canon 316,1.
La nueva asociada acepta tres compromisos. Y la Comunidad que se los impone hace a la vez confianza en quienes se asocian: las ayudará a ser fieles al cumplimiento de los mismos. Pero renuncia a fiscalizarlas. Sólo el Señor podrá pedirles cuenta de cómo los cumplen.
Los compromisos son estos:
a/ Un compromiso de ORACIÓN DIARIA por la FE de los hijos propios y ajenos.
b/ Un compromiso de considerarse en estado de formación continua como mujer de FE.
c/ Un compromiso económico conforme a los presentes Estatutos.
El fundamental es el compromiso de oración diaria. Se cumple así: Todos los días, sana o enferma (si su enfermedad se lo permite), a la hora que cada día ella misma se fije, en el hogar en que sus hijos crecen o han crecido, rezará la oración de la Comunidad por la FE de sus hijos y por la FE de los hijos de las demás madres.
Además, el día indicado por el número que tiene cada tríptico, buscará el Sagrario a la hora y en el templo que cada semana prefiera, para rezar arrodillada ante El la misma oración que cada día reza en su casa. Y ese día la rezará dos veces: Una, en el hogar, como siempre; otra, ante el Sembrador de la Fe que pide para sus hijos”.

No es requisito para ingresar a la Comunidad, que pertenezcan a nuestras parroquias agustino recoletas, de hecho tenemos madres asociadas en parroquias diocesanas y en Provincias como Tarapoto y Talara, donde no tenemos ministerios los agustinos recoletos. Los coros que se han formado allí son cuidados y motivados por la coordinadora del lugar y el P. Párroco.

5.- ¿QUÉ COMPROMISO TIENEN LAS MADRES ASOCIADAS?

No tenemos reuniones. El fundador P. Lorenzo Infante pensó que como las madres asisten a la Iglesia y forman parte de los grupos parroquiales, no se le debería cargar con más reuniones. En nuestras comunidades agustino recoleta se celebra cada 27 de mes una misa votiva en honor a santa Mónica. Nos reunimos el 27 de agosto para celebrar a nuestra Patrona y es un reencuentro con las madres asociadas que no pertenecen a nuestros ministerios. Ese día nos hacen entrega de los testimonios de cómo van creciendo espiritualmente sus familias y cómo por la oración perseverante con la intercesión de santa Mónica, se van arreglando los problemas en sus hogares.

6.- ¿CUÁNDO LLEGA AL PERÚ?

A finales del año 1997. Trajo la inquietud el P. Félix Alonso, Agustino Recoleto, le propuso al P. Superior que se formara la Comunidad en nuestra Patria, quien a su vez motivó a las hermanas seglares de la Orden. (Orden Tercera o Fraternidad seglar). Se formaron los primeros coros de oración en diciembre del mismo año, comenzamos con 11 coros y en la actualidad tenemos 746 coros, a nivel nacional.

7.- ¿CÓMO SE FORMAN LOS COROS?

Una madre presenta la inquietud por la oración en cadena, se le pide que reúna en el padrón seis madres más, cada una ora un día de la semana, entre las siete madres se es-coge una que hará de “Enlace”, se le proporciona el material, ellas hacen un pequeño aporte y queda regularizado su Coro; en la oficina central se le da un número. No es necesario tener en cuenta cuantas somos, pero para una buena organización se ha creído conveniente numerar los Coros. Ahora bien, como se hace difícil la atención a tantas madres, se ha motivado a las hermanas de la fraternidad seglar y otras madres compro-metidas de la comunidad parroquial, para que se comuniquen y animen a las madres asociadas a ser perseverantes en la oración.
En las parroquias que no son nuestras y que se han formado Coros de Oración, se les da la misma organización, pero dependen totalmente de su Párroco.

8. EXTENSIÓN EN EL PERÚ Y EL MUNDO.

Estamos en Lima, en nuestras cuatro ministerios, en Arequipa, Chiclayo, Piura, Talara, Tarapoto. También han formado sus Coros de oración algunas parroquias diocesanas y la Renovación Carismática. En el Perú se han formado 746 coros de oración que asocian a 5202 madres.
También se han formado coros en España, Hungría, Inglaterra, Canadá, Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Ar-gentina, y últimamente Brasil. A comienzos de julio las madres de la Comunidad perte-necientes a España han tenido un Encuentro en San Millán de la Cogolla.

ALGUNOS TESTIMONIOS DE NUESTRAS MADRES

 Mi hijo fue creyente, pero al ingresar a la Universidad se volvió ateo. Yo oraba constantemente y pedía a Dios y a la Virgen que cambiara. Me hablaron de Santa Mónica y pensé el Señor me indica el camino, ingresé a un Coro en diciembre de 1997. Mi día de oración designado es el viernes, pero oro todos los días pidiendo por las ma-dres de todo el mundo.
El milagro se obró. Al nacer el bebe de mi hijo y estar en el hospital, pasamos por la Capilla y le digo: vamos a reza, agradecer al Señor que nació sano y que tu esposa está bien. Me responde ya voy, ingresé con pena de que no me acompañara, pero cual sería mi premio, que él se acerca y ora, mamá el Señor nos ayudó, no te imaginas, ella tuvo problemas y ha podido sucederles lo peor.
Pero no quedó ahí, el día de alta en casa me dice, sabes he pensado mucho y voy a bautizar a mi hijo.
Santa Mónica me ayudó e intercedió por mí ante Dios, es un paso de regreso a su fe, gracias a las hermanas que oran en cadena.
Hermanas pidamos por las madres del Perú y del mundo. No esperes, integra un coro, ¡Sé madre Mónica!…………..Elisa.

 Soy integrante de la comunidad de madres cristianas Santa Mónica, por lo tanto ruego diariamente pidiendo fe para mis hijos. Creo que esta fe no se puede dar en el desorden, por eso al tener conocimiento que uno de mis hijos, mantenía una rela-ción amorosa fuera de su hogar, siendo esto motivo para que la tristeza, los disgustos, las lágrimas, sean el pan de todos los días; incluso él se sentía violento e irascible. Fue así que durante muchos meses rogué para que esa relación termine y vuelva al hogar de mi hijo la alegría y la paz….esto pude verlo, mi hijo y su esposa se reconciliaron y todo volvió a ser como antes. Yo le dí gracias a Dios por esto, pero debo confesar que mi oración para que mi hijo se mantuviera alejado de esa otra mujer, dejó de ser tan insis-tente y él tuvo una recaída. Pero el Señor que sabe escribir recto con nuestros renglones torcidos a permitido que mi hijo sea cambiado de colocación, lo han trasladado a un lugar donde no puede ser acompañado ni por su esposa ni por nadie, entiendo que esta soledad será para mi hijo como un «desierto».
Pido a Dios que mi hijo recapacite, discierna y comprenda que la infidelidad es un error que trae mucho mal y sufrimiento a la familia. Fue precisamente el día 27 de agosto, festividad de Santa Mónica que mi hijo viajó; ahora más que nunca pienso que Santa Mónica lo va ha llevar con bien, lo va a cuidar de la misma manera que lo hizo con su hijo Agustín.
Ha pasado un mes, mi hijo ha regresado por pocos días, se le nota con deseos de mejorar su relación de familia. Su esposa, mi nuera asistió a un cursillo de cristiandad, le ha servido para estar más dispuesta a perdonar y continuar juntos con la gracia de Dios.

María.

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