Entrevista al Papa Francisco en la Reppublica: 15 frases

octubre 2, 2013

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El Papa Francisco saluda afectuosamente

El Papa Francisco saluda afectuosamente

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La entrevista al Papa Francisco en La Reppublica, realizada por Eugenio Scalfari,  en 15 frases:

1.- La Iglesia debe sentirse responsable tanto de las almas como de los cuerpos… En gran medida se da esa consideración, pero no lo suficiente.

2.- “El proselitismo es una solemne tontería, no tiene sentido. Hace falta conocerse, escucharse y hacer crecer el conocimiento del mundo que nos rodea.

3.- Cada uno debe obedecer a la propia conciencia.

4.- Los jefes de la Iglesia a menudo han sido narcisos, adulados y malamente jaleados por sus cortesanos. La corte es la lepra del papado.

5.- Esta visión Vaticano-céntrica descuida el mundo que lo rodea. No comparto esta visión y haré todo lo que pueda por cambiarla.

6.- La Iglesia es, o debe volver a ser, una comunidad del pueblo de Dios; y los presbíteros, los párrocos, los obispos con cura de almas, están al servicio del pueblo de Dios.

7.-  Cuando estoy ante un clerical me vuelvo anticlerical de golpe. El clericalismo no debería tener nada que ver con el cristianismo.

8.- El ideal de una Iglesia misionera y pobre sigue siendo más que válido. Esta es, en cualquier caso, la Iglesia que han predicado Jesús y sus discípulos.

9.- Debemos ser una levadura de vida y de amor, y la levadura es una cantidad infinitamente más pequeña que la masa.

10.- Nuestro objetivo no es el proselitismo sino la escucha de las necesidades, de los deseos, de las ilusiones, de la desesperación, de la esperanza. Debemos devolver la esperanza a los jóvenes, ayudar a los viejos, abrir el futuro, difundir el amor. Pobres entre los pobres. Debemos incluir a los excluidos y predicar la paz.

11.- El Vaticano II, inspirado por el papa Juan y por Pablo VI, decide mirar al futuro con espíritu moderno y de apertura a la cultura moderna. Los padres conciliares sabían que abrirse a la cultura moderna significaba ecumenismo religioso y diálogo con los no creyentes. Después de aquello se hizo muy poco en esa dirección. Yo tengo la humildad y la ambición de quererlo hacer.

12.- Yo no sé si soy el que mejor los representa, pero la providencia me ha puesto a guiar la Iglesia y la Diócesis de Pedro. Haré cuanto está en mi mano para cumplir con el mandato que me ha sido confiado.

13.- He decidido como primera cosa nombrar un grupo de ocho cardenales que sean mi consejo. No cortesanos sino personas sabias y animadas por los mismos sentimientos que yo. Este es el inicio de esa Iglesia con una organización no solamente vertical sino también horizontal.

14.- Cuando el cardenal Martini hablaba poniendo el acento sobre los Concilios y los Sínodos sabía perfectamente cuán largo y difícil era el camino que había que recorrer en esa dirección. Con prudencia, pero con firmeza y perseverancia.

15.- Muy a menudo, la Iglesia como institución ha estado dominada por el temporalismo y muchos miembros y altos representantes católicos tienen todavía este modo de sentir.

http://www.revistaecclesia.com/la-entrevista-al-papa-francisco-en-la-reppublica-realizada-por-eugenio-scalfari-en-15-frases/


El maná de cada día, 2.10.13

octubre 2, 2013

Santos Ángeles Custodios

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A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos

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Antífona de entrada: Dn 3, 58

Ángeles del Señor, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.


Oración colecta

Oh Dios, que en tu providencia amorosa te has dignado enviar para nuestra custodia a tus santos ángeles, concédenos, atento a nuestras súplicas, vernos siempre defendidos por su protección y gozar eternamente de su compañía. Por nuestro Señor Jesucristo.


PRIMERA LECTURA: Éxodo 23, 20-23a

Así dice el Señor:

«Voy a enviarte un ángel por delante, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado. Respétalo y obedécelo.

No te rebeles, porque lleva mi nombre y no perdonará tus rebeliones.
Si lo obedeces fielmente y haces lo que yo digo, tus enemigos serán mis enemigos, y tus adversarios serán mis adversarios.

Mi ángel irá por delante.»


SALMO 90, 1-2. 3-4. 5-6. 10-11

A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.

Tú que habitas al amparo del Altísimo, que vives a la sombra del Omnipotente, di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti.»

El te librará de la red del cazador, de la peste funesta. Te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás.

Su brazo es escudo y armadura. No temerás el espanto nocturno, ni la, flecha que vuela de día, ni la peste que se desliza en las tinieblas, ni la epidemia que devasta a mediodía.

No se te acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda, porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.


Aclamación antes del Evangelio: Sal 102, 21

Bendecid al Señor, ejércitos suyos, servidores que cumplís sus deseos.


EVANGELIO: Mateo 18, 1-5- 10

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:

-«¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?»

Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:

-«Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mi.

Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. »


Antífona de comunión: Sal 137, 1

Delante de los ángeles tañeré para ti, Dios mío.


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Que te guarden en tus caminos

De los sermones de san Bernardo, abad

A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. Den gracias al Señor por su misericordia por las maravillas que hace con los hombres. Den gracias y digan entre los gentiles: «El Señor ha estado grande con ellos». Señor, ¿qué es el hombre para que le des importancia, para que te ocupes de él? Porque te ocupas ciertamente de él, demuestras tu solicitud y tu interés para con él.

Llegas hasta enviarle tu Hijo único, le infundes tu Espíritu, incluso le prometes la visión de tu rostro. Y, para que ninguno de los seres celestiales deje de tomar parte en esta solicitud por nosotros, envías a los espíritus bienaventurados para que nos sirvan y nos ayuden, los constituyes nuestros guardianes, mandas que sean nuestros ayos.

A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. Estas palabras deben inspirarte una gran reverencia, deben infundirte una gran devoción y conferirte una gran confianza. Reverencia por la presencia de los ángeles, devoción por su benevolencia, confianza por su custodia.

Porque ellos están presentes Junto a ti, y lo están para tu bien. Están presentes para protegerte, lo están en beneficio tuyo. Y, aunque lo están porque Dios les ha dado esta orden, no por ello debemos dejar de estarles agradecidos, pues que cumplen con tanto amor esta orden y nos ayudan en nuestras necesidades, que son tan grandes.

Seamos, pues, devotos y agradecidos a unos guardianes tan eximios; correspondamos a su amor, honrémoslos cuanto podamos y según debemos.

Sin embargo, no olvidemos que todo nuestro amor y honor ha de tener por objeto a aquel de quien procede todo, tanto para ellos como para nosotros, gracias al cual podemos amar y honr­ar, ser amados y honrados.

En él, hermanos, amemos con verdadero afecto a sus ángeles, pensando que un día hemos de participar con ellos de la misma herencia y que, mientras llega este día, el Padre los ha puesto junto a nosotros, a manera de tutores y administradores.

En efecto, ahora somos ya hijos de Dios, aunque ello no es aún visible, ya que, por ser todavía menores de edad, estamos bajo tutores y administradores, como si en nada nos distinguiéramos de los esclavos.

Por lo demás, aunque somos menores de edad y aunque nos queda por recorrer un camino tan largo y tan peligroso, nada debemos temer bajo la custodia de unos guardianes tan eximios.

Ellos, los que nos guardan en nuestros caminos, no pueden ser vencidos ni engañados, y menos aún pueden engañarnos. Son fieles, son prudentes, son poderosos: ¿por qué espantarnos? Basta con que los sigamos, con que estemos unidos a ellos, y viviremos así a la sombra del Omnipotente.

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Nuestro Ángel de la guarda

No nos resulta difícil creer que cada niño está encomendado por Dios a un ángel. Seguro que te acuerdas todavía cómo de pequeño te enseñaron a rezar a tu Ángel de la guarda.

Y, sin embargo, a medida que te has hecho adulto has ido olvidando, quizá, que sigues encomendado a ese mismo Ángel que acompañó los sueños y pasos de tu infancia.

Tu Ángel de la guarda no se hace adulto. Tienes siempre a tu lado a ese amigo inseparable que contempla y ama incesantemente el rostro de Dios. No te olvides de él.

Encomiéndale, como a buen mensajero, que lleve ante ese rostro divino del Padre todas tus oraciones, tus peticiones, tus besos, tus amores.

Pon en sus manos puras las almas de todos aquellos que Dios te ha encomendado para que las deposite junto al corazón de Dios. Confíale tus afanes apostólicos para que vaya delante de ti, preparando en las almas el camino del Señor. Fíate siempre de su protección y verás detenerse a tus pies el acecho del mal y del demonio.

Háblale, como hablas a tu amigo y confidente, y pídele a menudo que te describa cómo es ese rostro de Dios que él contempla cara a cara. Dile que te enseñe a ser, como él, un ángel para muchas almas.

Y de su mano entrarás un día en la morada de los santos, en el santuario celeste, en la compañía de todos los demás ángeles, para participar eternamente con ellos de esa liturgia de gloria, de adoración y alabanza que sólo se gusta plenamente en el Cielo.

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